Cuenta la leyenda que... en las laderas del Río Magdalena cerca a puerto triunfo (Antioquia) donde quedaba la hacienda Nápoles, todavía se habla de las fiestas que allí se celebraban. A pesar que Pablo Escobar era abstemio, ofrecía a todos sus invitados el licor que pidieran.

Todavía se habla en los corrillos de lo que queda de la Hacienda, que el capo añoraba un aguardiente que estuviera a la altura de los mejores tragos del mundo y que naciera de las mejores esencias de los frutos que daba su tierra.

Aguardiente del Río es ese licor insigne al que Pablo Escobar se refería porque está elaborado con la esencias de nuestra tierra colombiana e inspirado en las laderas de sus ríos. Fabricado con los más altos estándares de la calidad, para darle a Colombia su primer aguardiente boutique. Aguardiente del Río…